En una polémica comparecencia de la ‘Ombudsperson’ Rosario Piedra Ibarra ante legisladores, la bancada de Morena defendió con uñas y dientes su gran actuación (sic) al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
A tal grado fue la consigna de proteger a la amiga del Ejecutivo de la Nación que, incluso, diputados y senadores morenistas impidieron dar uso de la palabra a Porfirio Muñoz Ledo, para que no cuestionara a la flamante presidenta de la CNDH.
Muñoz Ledo, un político con gran experiencia, que se ha convertido en la única voz crítica, en la conciencia, en el Pepe Grillo (del partido en el poder) en el Congreso de la Unión.
PROTEGIDA POR GUARURAS
Antes de llegar al salón de sesiones, en el estacionamiento del recinto, blindando el auto en el que viajaba por numerosos guaruras, la presidenta de la CNDH fue abordada por la prensa. Pero ella, para no variar, se quedó “callada, omisa, cómplice”.
NADA sobre contrarreforma al sistema de justicia que se cocina
NADA sobre la crisis en la frontera sur
NADA sobre reclamos de padres que ruegan por medicamentos contra el cáncer para sus hijos
la presidenta de la CNDH callada, omisa, cómplice ?
NADA sobre contrarreforma al sistema de justicia que se cocina
NADA sobre la crisis en la frontera sur
NADA sobre reclamos de padres que ruegan por medicamentos contra el cáncer para sus hijospic.twitter.com/vh78lHm5Uz
— Manuel Lopez San Martin (@MLopezSanMartin) January 23, 2020
¡NADA!
Efectivamente, ¡Nada!, porque tal parece que la tarea de la ‘ombudsperson’ es servir al Presidente, protegerlo, que no se despeine, y no el fungir como la defensora del pueblo.
Sólo recordamos al delirante Gobierno de la Cuarta Transformación que esta figura jurídica es un claro ‘termómetro’ de los graves problemas sociales por lo que atraviesa una democracia.